La realización de fotografías a las aves del Oceanogràfic de València ha constituido un primer paso fundamental para aproximarme al estudio detallado de la avifauna que analizaré en mi trabajo de investigación sobre las aves de invernada en la Albufera. Este espacio ofrece la oportunidad de observar a corta distancia especies que, en libertad, suelen mantenerse a mayor distancia o presentar comportamientos más esquivos, lo que facilita la práctica fotográfica y el aprendizaje técnico necesario para un registro visual riguroso.

Trabajar en un entorno controlado como el Oceanogràfic me ha permitido familiarizarme con la composición de las imágenes, el manejo de la luz, la selección de objetivos y la velocidad de disparo más adecuada para captar el movimiento de las aves. Además, la posibilidad de observar detenidamente los rasgos morfológicos de cada especie —el plumaje, la forma del pico, la silueta en vuelo o las diferencias entre individuos juveniles y adultos— constituye un entrenamiento esencial para el reconocimiento preciso de las aves cuando las encuentre en el medio natural.

Este ejercicio fotográfico preliminar también me ha servido para desarrollar una mayor sensibilidad hacia el comportamiento de cada especie, aprendiendo a anticipar movimientos, interacciones y patrones que, en la Albufera, serán claves para identificar a las aves sin interferir en su actividad. Gracias a esta práctica previa, puedo afrontar el trabajo de campo con una mejor preparación técnica y una mayor capacidad de observación, aspectos imprescindibles para documentar de manera adecuada la presencia de aves invernantes en este ecosistema tan relevante.